Liberi
Liberi que significa “niños” en latin y viene de la palabra Liber, que quiere decir “libre” nos habla de la dualidad misma del destierro:
Giseth (8 años) es una niña desplazada del Chocó (Colombia) a quien su vida en el campo y la naturaleza ha sido dramáticamente interrumpida por el conflicto y llevada a una ciudad ajena y de constante encierro. En su destierro hay nostalgia, duelo y reflexión sobre la ausencia.
El video es proyectado sobre un papel, donde la niña aparece y desaparece, baila, da vueltas y salta golosa. Son 150 fotografías intervenidas que al final componen un video que va hacia atrás en el tiempo.
La composición musical de Liberi fue hecha en piano y glockenspiel. La idea es unir la atemporalidad, universalidad y pureza sonora del piano y la conexión con la infancia gracias al glockenspiel (palabra que además en alemán quiere decir: ‘juego de campanas’, evocando el juego y niñez, parte fundamental de la obra de Ana González).
Una parte esencial de la obra es la post-producción sonora, que utiliza ‘capas sonoras’ para evocar diferentes dimensiones, emulando las diversas perspectivas y recuerdos de las personas que han tenido estas experiencias traumáticas de desarraigo. Por otro lado, se combinaron las pistas de audio con ‘reverse tape’ (un efecto creado al grabar un sonido y luego reversarlo para que al sonar, éste suene al revés). Este efecto se hizo para emular el proceso de la memoria en el que uno como personaje ‘regresa al pasado’ para recordar.
El resultado es una combinación entre lo melancólico (de la memoria) y la dulzura (de la niñez); la sencillez melódica y la complejidad de las vidas de los personajes citados.